CUANDO EL AZÚCAR NO ES TAN DULCE:
Que tomar azúcar no es
bueno lo sabemos todos. Que engorda, produce caries, puede llevar a
la diabetes, es algo por todos conocido y que si lo consumimos de
manera equilibrada, no tiene por qué causarnos ningún mal, también.
El consumo de azúcar
procesado puede causar males tales como: dolencias cardiovasculares,
asma, candidiasis, daños en el hígado, envejecimiento de la piel,
además de las que he mencionado anteriormente.
Evidentemente, no tengo
ninguna intención con este post, de hacer un alegato en contra del
azúcar procesado, pero si pretendo hacer ver una situación que me
incomoda:
¿Por qué si una persona
decide no tomar azúcar, tiene que vérselas y deseárselas para
poderlo llevar a cabo? Por qué tenemos que encontrarnos en casi
todas las etiquetas de los alimentos el dichoso azúcar? ¿Por qué
tenemos que estudiarnos todos los palabros que en realidad significan
“azúcar”, pero lo ocultan?
El pan de molde blanco o
integral, la salsa de soja, el salmón ahumado, los fiambres
envasados, las salchichas, los pimientos del piquillo … y un sinfín
de alimentos, tienen azúcar o alguno de sus derivados, sin tenerlo
que llevar.
Tanto las compañías
alimentarias como las farmacéuticas, dan volumen a sus productos y
consiguen que tengan mejor sabor o al menos más adictivo para vender
lo máximo posible, y es por este motivo
por el que encontramos azúcar en alimentos que no deberían
llevarla.
Al ser una sustancia que
aporta energía de manera inmediata y calma la ansiedad de manera
momentánea, va creando una adicción que hace que poco a poco
vayamos comprando una marca y no otra en función de esta variable.
De todas maneras, tampoco
tenemos que preocuparnos mucho porque el consumo excesivo de azúcar,
ya se ha convertido en un problema económico (que al final es lo
único que importa), ya que los problemas de salud que está
acarreando cuestan miles de millones de gasto sanitario, por lo
tanto, ahora pasaremos al polo opuesto, y el que tome azúcar será
un apestado más que se unirá al grupo de los que fuman.
En cualquier caso, creo
que es interesante saber que el hombre ha vivido sin azúcar
(procesado), sin que le ocurriera nada durante siglos. Se tiende a
pensar que algo de azúcar siempre es necesario cuando no es cierto.
Lo que el ser humano necesita es glucosa, y ésta la podemos
encontrar en la fruta, las legumbres y los
cereales, por poner algún ejemplo.
En la actualidad solemos
tener unos niveles de azúcar en sangre por encima de lo saludable, y
esto hace que disminuya nuestra sensibilidad a la insulina, con lo
cual resulta más complicado bajar esos niveles de azúcar, y por
este motivo cada vez hay más gente con diabetes en edades más
tempranas. Nuestro páncreas está agotado el pobre, y el hígado
también lo sufre.
El que esté acostumbrado
a tomar mucho azúcar, tiene más complicado dejarlo, puesto que es
adictivo, ya que ayuda a generar serotonina, que influye
positivamente sobre el estado de ánimo. Pero el que lo consigue
puede notar que mejoran
sus niveles de energía, mejora ese estado de ánimo de forma
natural, porque una vez que se deja de tomar este alimento, el
páncreas empieza poco a poco a regular sus niveles de insulina,
segrega solamente la necesaria, y por tanto se dejan de tener bajones
de azúcar.
¿Y cuál es la alternativa? En mi
opinión ninguna. Creo que no pasa nada por tomar azúcar de vez en
cuando, eso sí, si quiero algo dulce, pero no cuando la receta no lo
requiera, encontrar que el producto tiene sucrosa,
dextrosa, malta, jarabe de maíz, melaza, o yo que se cuántas cosas
más.
El azúcar más
sano y que todos conocéis es el azúcar morena (ahora conocido como
“azúcar moreno” desde que apareció nuestro dúo de gitanicas
cantando “tus ojos bandidos”), pero ¡Ay señores que ésto
también tiene trampa! El azúcar morena que compramos en
supermercados y grandes superficies, suele ser azúcar teñida. Si
queremos comprar azúcar morena de verdad, tenemos que comprobar que
es pone “azúcar integral” y yo recomiendo comprarla en
herbolarios para que no os tanguen. Se distingue muy fácilmente, y
es que es mucho más oscura, y al ir al removerla o ir a servirte una
cucharada, verás que el grano está menos suelto y da la sensación
como si se moviera (así explicado no queda claro, pero en cuanto lo
vayáis a comprobar entenderéis de qué os hablo).
Y para no seguir
amargando
la vida al personal, me despido con un dulce
hasta luego!